Aquí, a la una y media de la madrugada y sin poder dormir, terminé haciendo una reflexión que no sé si es producto del sueño que no se concreta en quedarme dormida, de mi inteligencia, o de alguna influencia externa que no supe evitar.
Trabajo en una ONG que defiende los derechos humanos de las mujeres. Supuestamente nuestro fuerte es el empoderamiento de las mujeres, y nos la pasamos diciéndoles que deben levantar la voz por sus derechos, reclamarlos. Exigirlos. Pero nosotras no le exigimos a nuestras jefas que respeten nuestros derechos laborales. Jamás nos han pagado una hora extra -y trabajamos varias- como se debe por ley, y nunca lo hemos reclamado.
Trabajamos aliadas a una organización que proclama que cada persona tiene derecho a la vivienda. De hecho, nuestra ONG inició con las mujeres de esa organización. Y nosotras no tenemos Infonavit, que supuestamente por ley deberíamos tener.
Tampoco tenemos servicio médico, ni ahorro, ni seguro de ningún tipo.
Tratamos de que las mujeres se empoderen, y sean independientes. Y tenemos un sueldo que no ayuda mucho a que nosotras mismas lo seamos. La otra vez pregunté qué pensaban del seguro médico, y me contestaron que todas teníamos por alguien más: esposos, padres, etc. Genial, entonces las que somos adultas y solteras estamos jodidas, porque no tenemos un esposo o un papá o una mamá que nos acople a su servicio médico. Bonita forma de ser feministas, de defender los derechos de las mujeres, de protegerlas legalmente.
Y nosotras, todas lindas, cumpliendo estúpidos estereotipos de género que supuestamente tratamos de erradicar. Así, somos las típicas mujeres sacrificándose como la sociedad lo reclama: no me importa ganar mal y saber que jamás seré sujeta de crédito ni tendré para pagar una casa de contado, mientras pueda darme a las demás personas, mientras pueda rescatarlas como se espera de mi. No me importa mi independencia tampoco, no es necesaria porque soy mujer. Reproduciendo en el trabajo -mal- remunerado lo que se nos asignó hace siglos: cuidar de lxs demás.
Una del trabajo me dijo: "nosotras aceptamos trabajar bajo estas condiciones". Bonita chingadera. ¿Entonces las mujeres violentadas que se jodan? A fin de cuentas aceptaron casarse con un imbécil ¿no? No sabían que era un imbécil, eso sí. Nosotras tampoco sabíamos que íbamos a ser trabajadoras sin serlo, porque con el cuento de que nos apasiona, somos "voluntarias que reciben compensación, no sueldo". Es una ONG, vamos. Decir que somos voluntarias es una forma idiota de explotación, porque vamos, somos empleadas. Tenemos un horario que respetar ¿cierto? Y todavía nos reclaman cuando fuera de nuestro horario hay compromisos que ninguna ha ido a cubrir.
Estoy tan enojada en este momento.
A la mierda con nuestro feminismodedientesparafuera.
Comentarios
Yo estuve participando en una por 2 años mas o menos y nunca me enteré de eso... Interesante.
En el caso que comentas, me parece que no se debe tanto a un caso de "feminismo hipócrita" puesto que un hombre podría padecer exactamente tus mismos problemas. Lo que pasa ahi es un problema entre empelados y empleadores.
Adrea Dworkin dijo alguna vez:
"Sexismo es la base sobre la cual se construyen todas las tiranías. Cada jerarquía y abuso está modelado a partir de la dominación de hombres-sobre-mujeres"
En ese sentido, no me sorprende que percibas tu situacion como un caso de discriminación a las mujeres debido a que, en general, siempre se percibirá algo de abuso de poder cuando no se respetan las cosas que merecemos automáticamente y es casi automático que se piense en sexismo cuando se piensa en algun abuso de poder o privilegio...
No me parece que debas preocuparte por que tu situación parezca de "hipócrita". Sería hipócrita si estuvieses en una situación sexista, lo supieras y no hicieras nada para cambiarla. En tu caso hay más factores que influyen a mejorar tu situación, y no es algo que puedan y deban cambiar las mujeres por si solas. Se necesita del apoyo y el movimiento de grandes sectores de la sociedad para cambiar las condiciones laborales de las personas.
Saludos!
El punto es que cómo andamos, como organización, "defendiendo los DDHH de las mujeres" mientras tenemos un montón de empleadas a las que no se les respeta lo mínimo de derechos laborales...
Adoro tus comentarios.
Saludos.
ya trabalhei en una en las mismas condiciones, y pienso que deveria entrar en la justicia laboral (pues eso es garantia de derechos como los que la ong propagandeava), pero no tive coragem. pienso que es machismo si, porque los fundos repasados a los programas feministas son muy menores que los otros -- como se, por las mujeres seren tan miserables, qualquer cosa bastasse para empoderarlas.