Tengo expectativas demasiado altas, o estoy mal informada. Sé que las posturas en yoga toman tiempo para ser dominadas, porque tengo una vida entera viendo cómo las personas adquieren flexibilidad y fuerza. También sé que se necesita tiempo para aprender un idioma, porque he visto un montón de bebés aprendiendo a hablar, y gente progresar a través de los niveles en un curso de idiomas.
Pero en esto que hago ahora, todo lo que veo son expertas en el tema que saben muchísimo y que al parecer, no batallan un gramo. En particular, tengo preguntas sobre estadística muy concretas, y cuando busco en foros mi pregunta, encuentro respuestas con explicaciones súper complejas que no me sirven de nada. Como cuando buscas algo en Wikipedia y ves que está lleno de vínculos a otros conceptos que tienes que entender primero, antes de seguir en el artículo principal. Vas a esos vínculos y están llenos de conceptos que requieren más conocimiento previo y así hasta el infinito.
Decidí empezar de cero y compré un An adventure in Statistics, de Andy Field. El hombre logró casi un milagro y ahora soy religiosa. Hizo una historia entretenida y explica realmente desde cero. Pero es largo y yo necesito respuestas YA. El tiempo me come, y encima soy pésima organizando mi tiempo. Creo que debería saber más de lo que sé, y esas expectativas irreales sólo consiguen que dude de mí misma.
Encima creo que por ser tan inteligente como soy, debería bastarme una leída rápida para entender y saber hacer todo. Eso contradice la afirmación sobre mi inteligencia, para empezar. Pero la estadística y la programación requieren práctica. Muchísima práctica. Mi ridícula idea de que por ser inteligente no necesito practicar, me hace medio tonta.
En este momento entonces me siento tonta, incapaz de cumplir con mis expectativas, y abrumada con el trabajo. Siendo súper honesta, no sé si dejar el activismo por la academia fue la mejor idea.
Comentarios
Pfff, lo pasé fatal. En 2º curso tenía Estadística (con un nombre muy laaaargo que a priori nada tenía que ver con números). Suspendí. Tuve que recuperar la asignatura al año siguiente. Pero la sorpresa que me llevé cuando en 3º tenía Estadística II. ¡Por la diosa Ishtar! ¿Sabes qué? Suspendí, por supuesto. Afortunadamente la aprobé al curso siguiente. Pero ahí no acababa todo: en 4º tenía lo que venía siendo Estadística III. ¡Casi pido la eutananasia! Ésa ya no la recuperé. Pasé de la asignatura. Saqué todas las materias y ya en 5º, con todo aprobado, mandé una carta al Rectorado para que me compensasen la materia, porque como cambiaban el plan de estudios, para colmo tenía que estudiarla por mi cuenta, sin docente.
¡Horrible! ¡Horrible! Ten mucho cuidado, Ser Filosofista: ¡estudiar Estadística mata más que fumar!
Saludos.
Un abrazo.