Hoy descubrí que en Reino Unido si un celópata comete un delito contra su pareja, lo internan en un hospital psiquiátrico y después del tratamiento puede terminar su condena en prisión. Lo leí sobre un caso de un señor que mató a su esposa porque estaba súper convencido de que ella le era infiel. Al señor lo agobiaban las fantasías súper reales que tenía de ella teniendo sexo con otro señor, y aunque no tenía indicios de infidelidad, su delirio de celos lo hacía experimentar sus fantasías como reales. El tipo terminó yendo al trabajo de su esposa, y acribillándola enfrente de otras empleadas y empleados de la tienda departamental donde estaba trabajando.
Leer eso me puso a pensar en qué medida las personas con trastornos mentales son responsables de los delitos que cometen, porque mi ex que estaba bien enfermota de celos patológicos jamás estuvo ni cerquita de agredirme físicamente. Emocionalmente me hacía sentir mierda con más frecuencia de la que puedo admitir sin que me de vergüenza haberla aguantado tanto tiempo, pero jamás ni remotamente estuvo cerca de agredirme de forma en que pusiera en riesgo mi vida. Mi opinión es que mientras el delirio no les haga perder contacto con la realidad fuera del delirio mismo, esas personas deben ser sometidas a juicio de la misma forma que se hace con la gente que está teóricamente sana.
Por otra parte, me hubiera encantado que en México las cosas fueran iguales, y que me hubiera agredido para que la hubieran obligado a recibir atención psiquiátrica. Una vez dice que vomitó de malestar emocional porque tardé demasiado entre que llegué al aeropuerto de una ciudad a donde fui a ver a un amigo, hasta que llegué a un teléfono donde pudiera llamarle. Dijo que no podía dejar de imaginarme teniendo relaciones sexuales con él durante todo el tiempo que tardé en llamarle. Muchos años después, me confesó que fue a esa ciudad y se dio cuenta que efectivamente el aeropuerto estaba muy lejos de la civilización y que era de esperarse que hubiese tardado tanto. Según me dijo, estaba hasta temblando de enojo y tristeza, convencida de que llegando a la ciudad fui de inmediato a buscar dónde tirarme a este compa.
En México todavía no se acepta muy bien la idea de que existen enfermedades mentales más allá de la esquizofrenia, y la cantidad de gente que rechaza de entrada la idea de buscar ayuda profesional, seguro es mayor que la que piensa que basta con aguantarse y embriagarse para estar bien. Esa gente le tiene terror al medicamento psiquiátrico, e ideas extrañas sobre la psicoterapia. Supongo, pero a ver, que tal vez en 15 años en México habrá más gente que entienda las enfermedades mentales y que busquen tratamiento para ellas.
Me preocupa, por otro lado, que con la popularización en redes sociales del término "narcisista", se deje de tratar como violencia psicológica a la que lo es, con la excusa de que es un trastorno del cual las personas son víctimas. Ya de por sí tantas mujeres se sienten responsables de la rehabilitación emocional de sus parejas hombres, no me quiero imaginar cómo se va a poner cuando asuman que los hombres violentos son violentos porque tienen un trastorno.
Aunque si dicen que tienen un trastorno pero igual los vinculan a juicio y los sentencian y rehabilitan, entonces me da igual si le dicen hombre violento, generador de violencia, macho de mierda, o narcisista. Ya veremos en 15 años.
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