No es sencillo identificar a una persona capaz de ejercer violencia
psicológica. Tampoco creo que haya algo como un perfil conclusivo e inequívoco,
pero sí hay varios rasgos que al conocerle, nos ayudan a identificarle (para
salir corriendo).
Antes de escribir sobre éstas características que suelen tener en común, hago la aclaración de que no todas las personas agresoras cumplen con estos atributos. En otras palabras, se recomienda utilizar el discernimiento. El mejor posible.
Como es de esperar, esta lista no es ni mucho menos, exhaustiva. Pero creo
que da una buena idea, y que a partir de ella se pueden inferir otras actitudes
de alguien proclive a ejercer violencia.
Antes de escribir sobre éstas características que suelen tener en común, hago la aclaración de que no todas las personas agresoras cumplen con estos atributos. En otras palabras, se recomienda utilizar el discernimiento. El mejor posible.
1.
Son capaces de hacer pasar una conducta violenta, por
un rasgo deseable. Por ejemplo, eligen por ti la película que van a ver, el
lugar a donde van a ir, etc. Todo ello supuestamente como una forma de ser
amables y sorprender, y en realidad están decidiendo por ti, sin siquiera
consultar tu opinión. Evidentemente, es diferente cuando te sorprenden con algo
que saben que te va a gustar, y una persona considerada siempre va a estar
atenta a tu reacción y a qué tanto estás o no de acuerdo con su elección.
2.
Disfrazan los celos con halagos: te ves fenomenal con
esa ropa, tanto que me enloquece la idea de alguien más te vea, bla bla bla.
3.
Crean confusión. Los argumentos con los que justifican
la violencia, parecen ser lógicos pero suelen partir de una premisa falsa. Por
ejemplo: “si no tienes nada qué ocultar, no veo por qué te molesta que vea tu
correo/teléfono celular/etc. Peor aún, que no me lo quieras mostrar significa
que algo estás ocultando”. Por no hablar
del chantaje un tanto evidente que esto representa, hay que notar que frases
como ésta son una trampa, en la que la otra persona por tratar de demostrar que
la acusación es falsa, renuncia a su privacidad.
4.
Inducen sentimientos en la otra persona, que les
permitan obtener el control. Ejemplo: hacerte sentir responsable de su felicidad,
para ejercer control sobre ti por medio del chantaje. Sé que puede sonar
romántico el decir: “te quiero más que nadie en el mundo”, y una persona
agresora se vale de esto para hacerte creer que el amor que él o ella te
profesa es el máximo al que puedes aspirar. Cuando la violencia se vuelve
evidente, es difícil para la persona agredida, dejar a quien supone es la
persona que mejor la puede tratar.
5.
Tienden a ejercer los roles tradicionales de género,
usualmente de forma inflexible, con tintes (o empapados) de misoginia. En otras
palabras, entre más machistas sean quienes ostentan un rol tradicional
masculino, es más probable que ejerzan violencia contra quien asume un rol
tradicional femenino.
Comentarios
En cuanto a una pareja agresora, no he convivido con ella, aunque he conocido a más de una. Pero en lo referente a personas agresoras, las he conocido y con alguna he tenido tengo que convivir. Ya estoy tan acostumbrado que no me hace falta utilizar el discernimiento. Con poco que la conozca ya lo huelo...
Saludos.
Creo que tu las hueles porque captas esas sutilezas que a veces no puedes ni decir claramente qué son, es algo que sientes... pero ya cuando lo analizas a veces te puedes dar cuenta que son esas señales mínimas que revelan todo un grupo de pensamientos que le definen.
Abrazo.
Pues sí, así es Ser Filosofista: me pasa mucho que a veces veo a una persona y con muy poco tiempo de conocerla me digo si es o no fiable. Y por más que me preguntes, jamás sabría expresate con palabras por qué. Y eso me lía mucho, porque me gusta tenerlo todo consciente y controlado. Me paso la vida racionándolo todo. Y hacer algo de lo que no soy consciente me come un poco la cabeza. Pero en el fondo me alegra. Me ayuda a alejarme lo más pronto de quienes sé, por intuición o lo que sea, que no me convienen.
Saludos.