Yo no tengo ganas desesperadas de tener bebés.
No se me antoja cargar bebés recién nacidos o nacidas de otras personas.
No tengo nada de ganas de que me crezca el vientre y me salgan estrías.
Tampoco se me antoja despertarme durante la madrugada.
Definitivamente, no quiero amamantar.
No quiero ni parir ni que me abran el vientre.
No se me antoja verme limitada por tener una cría que cuidar.
Me han hablado de un tal reloj biológico que en algún momento me va a despertar la urgencia de partirme en dos por el dolor del parto. Aún no me sucede, y no sé si a algo así se le pueda llamar instinto. La verdad, estoy escribiendo sin ningún fundamento, ayer una amiga médica me dijo que efectivamente las hormonas te vuelven una madre súper dulce y abnegada. Es decir, que ese asunto es biológico.
Claro que no influye la socialización, que a las niñas nos regalen muñequitas y nos enseñen que cuidar bebés es la cosa más divertida del mundo. No, para nada. Si eso es instinto.
No sé si después me den ganas de tener bebés, y sean tan desesperadas que todos los detallitos anteriormente citados, se vuelvan nimiedades. O quién sabe, tal vez hasta me den ganas de llorar de alegría cuando le tenga que cambiar un pañal. La vida da muchas vueltas.
Por lo pronto, creo que si fuera tan imperante el instinto -suponiendo que existe y sin conceder, porque yo no sé- a mi edad ya tendría cachorritas (o cachorritos) de persona.
No se me antoja cargar bebés recién nacidos o nacidas de otras personas.
No tengo nada de ganas de que me crezca el vientre y me salgan estrías.
Tampoco se me antoja despertarme durante la madrugada.
Definitivamente, no quiero amamantar.
No quiero ni parir ni que me abran el vientre.
No se me antoja verme limitada por tener una cría que cuidar.
Me han hablado de un tal reloj biológico que en algún momento me va a despertar la urgencia de partirme en dos por el dolor del parto. Aún no me sucede, y no sé si a algo así se le pueda llamar instinto. La verdad, estoy escribiendo sin ningún fundamento, ayer una amiga médica me dijo que efectivamente las hormonas te vuelven una madre súper dulce y abnegada. Es decir, que ese asunto es biológico.
Claro que no influye la socialización, que a las niñas nos regalen muñequitas y nos enseñen que cuidar bebés es la cosa más divertida del mundo. No, para nada. Si eso es instinto.
No sé si después me den ganas de tener bebés, y sean tan desesperadas que todos los detallitos anteriormente citados, se vuelvan nimiedades. O quién sabe, tal vez hasta me den ganas de llorar de alegría cuando le tenga que cambiar un pañal. La vida da muchas vueltas.
Por lo pronto, creo que si fuera tan imperante el instinto -suponiendo que existe y sin conceder, porque yo no sé- a mi edad ya tendría cachorritas (o cachorritos) de persona.
Comentarios
Una quiere a la progenie ya que los conoce.
Decir que se les ama desde antes es una falsedad.
Pero en este momento, no, gracias.
Literalmente, la definición de instinto es: "pauta de actuación fija que se encuentra en todos los seres de una misma especie".
Si es una pauta fija, entonces no podemos ir contra ella. Sin embargo, como hay gente, por ejemplo tú, que no sigue esta pauta, entonces ya ni está en todos los seres de nuestra especie, ni es fija. Por ende, no tenemos instinto maternal o paternal.
Otro ejemplo: a mí me encantan los y las bebés, y los niños y las niñas. Me encantaría tener ya un hijo o una hija, cuidarle, estar a su lado (pero de verdad, no como los padres ausentes), alimentarle, criarle, educarle, etc. Sin embargo, no los tengo aquí y ahora, ya mismo, como debería marcarme el instinto. Lo que hago es dejarlo para un futuro en el que pueda mantenerme a mí mismo; porque hasta que no tenga labrado un futuro, no pienso tenerlos. ¿Cómo cuidar de otro ser si no puedo cuidar de mí mismo?
No tengo instinto. Tengo un gran deseo, nada más. Y un deseo sensato.
Tampoco existe, bajo mi punto de vista, el instinto de supervivencia, porque podemos elegir suicidarnos y acabar con nuestra vida, o elegir ponernos a dieta y no alimentarnos.
Tampoco tenemos instinto sexual, porque podemos decidir abstenernos o aplazar nuestras relaciones.
Lo que tenemos, pienso, son pulsiones. Es decir, tenemos tendencias a procrear, a cuidar a los y las bebés, a mantener relaciones sexuales, a sobrevivir... Pero no a llevar a cabo sí o sí esas pautas.
Por eso, cuando un padre o una madre ama a sus hijos/as, no pienso que sea por instinto maternal/paternal, sino por amor puro y libre, lo cual es más bello que un amor mecánico, robótico.
Saludos.
Un abrazo.
Eso.
Saludos
Me cansan las personas que dicen: quiero tener hijos porque me encantan los niños! Sí? Pues los niños crecen, se convierten en adultos, con sus historias de vida, y siguen siendo tus hijos... y entonces, como ya no son niños, qué pasa?
Coincido con Enrique en el tema de las pulsiones (que pueden ser positivas o negativas) pero también creo que el amor a un hijo (como cualquier otro) nunca es incondicional, nunca...
Un saludo y un placer haber encontrado tu blog! :)
Besos. :o)